Alternativo, indie, épico. Por fin ha llegado uno de los discos más esperados de los últimos años: The Golden Age por Woodkid
Para quien no lo conozca, Woodkid es el pseudónimo de Yoann Lemoine, un director francés de videos musicales que ha colaborado con famosas estrallas del pop internacional como Katy Perry o Lana del Rey. Después de algunos años grabando glamurosos videoclips, éste artista se ha embarcado en su primer trabajo como compositor.Este álbum debut venía precedido de un considerable hype, es decir expectación, debido a los EP que Woodkid ha ido sacando antes de este LP. El primero nos ofrecía cuatro canciones muy bien trabajadas y una pequeña obra maestra: Iron (de la cual hablaremos más adelante). El segundo incluía una canción (Run Boy Run) y varios remix y, aunque quizás menos brillante que el primero, también nos dejaba con un buen sabor de boca.
Pero por fin después de meses de espera tenemos en nuestras manos el álbum al completo. The golden age (así se titula) se compone de catorce pistas, todas ellas muestran un estilo épico-pop y un fuerte arreglo orquestal. Estamos ante un álbum conceptual, es decir que nos cuenta una historia, la del final de la inocencia de un niño en el paso a su edad adulta.
Fotograma del espectacular videoclip de Iron
El trabajo contiene canciones de mucha calidad: Run Boy Run y su brillante contraste entre percusión y lirismo, Stabat Mater y sus épicos corales y la desconcertante y ambiental Falling. Mención especial a Iron que consigue crear un genial ambiente tanto oscuro como grandioso, y que probablemente sea una de las mejores canciones de los últimos años.
Pero no todo en éste álbum es positivo, muchas de las canciones no tienen la suficiente fuerza y se refugian en la instrumentalización orquestal. Ese es el principal fallo en el que caen canciones como The Shore o Where I life. Por otro lado es también común ver como algunas canciones caen en el sentimentalismo sin terminar de explotar realmente sus cualidades. Por ejemplo I Love You que aunque abre con una interesante base rítmica no es capaz de evolucionar y termina en un estribillo pop comercial demasiado simple.
Resumiendo, The Golden Age es un álbum interesante para los tiempos que corren pero no todo lo bueno que podría haber sido. Le falta trabajo a la hora de componer las canciones y de dotarlas con más sentimiento. Aun así bastante recomendable, sobre todo para los amantes del indie y lo alternativo.
