sábado, 16 de febrero de 2013

Crítica de Drive



Oscuridad, ambición, amor, violencia se dan cita en Drive, película dirigida por Nicolas Winding Refn, que nos cuenta la historia de un enigmático conductor al que llaman Driver. El personaje, al que interpreta Ryan Gosling, tiene claras referencias a otro conductor del cine: Travis de Taxi Driver. Al igual que éste no conocemos su pasado y esto lo hace mucho más enigmático. Driver conocerá a Irene su vecina y a través de ella la trama se volverá mucha más negra y tenebrosa.

El comienzo es electrizante, uno de los mejores que he visto, la tensión y la ansiedad que genera en el espectador son enormes y la manera que tiene de resolverlo el director es genial. Desgraciadamente no puedo decir lo mismo del resto de la película ya que peca de un ritmo a mi parecer lento al que le cuesta fluir en algunas escenas. Es un filme en el que contrasta una atmósfera trascendental y algo pesada con escenas de una intensa violencia. Ese contraste también se refleja en el protagonista el cual es callado y tímido pero que súbitamente explota con una furia brutal.  




No estamos ante la obra maestra que muchos dicen pero tampoco lo estamos ante una mala película. En mi opinión el principal defecto que la encuentro es su ritmo. Aun así su brillante desarrollo de los personajes unido a una genial música electrónica y buenas interpretaciones hacen de Drive una película única que levantará tanto odio como admiración pero que seguro no dejará indiferente a nadie.

PUNTUACIÓN: 7/10


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